La Providencia
Creemos y testificamos que las Santas Escrituras enseñan que la Providencia de Dios
sostiene y gobierna todo lo creado, que plació al Todopoderoso desde un principio sustentar y mantener no sólo al hombre sino también a todas las criaturas (Salmo 104; 105:15, 16). Bajo su
cuidado directivo y previsor, provee al cuerpo de alimento y satisface todas las necesidades de todo ser viviente. También están sujetos a la Providencia divina los elementos y todas las
circunstancias que rodean a la vida del hombre, de manera que éste puede confiar en suerte y desgracia, abundancia y escasez, felicidad y calamidad, en que no depende de la casualidad, ni del
destino ciego.